La frase “todo es según el color del cristal con el que se mira” nunca tuvo más sentido.

Cada consumidor va a interpretar los estímulos que capta, en base a sus convicciones o creencias. Y debido a esto, cada producto tiene el deber de presentarse como único ante su posible consumidor y justificarse ante él.

Un sesgo cognitivo es un camino, un atajo, que crea nuestra mente desde la subjetividad para la interpretación de una realidad. Algo así como una interpretación generalmente errónea de esta. Técnicamente, nos podemos encontrar sesgos en muchos ámbitos de nuestra vida, porque nuestro cerebro nunca deja de aprender ni de interpretar situaciones.

En marketing, y como era de esperar, se producen sesgos cognitivos que pueden perjudicar o favorecer  la obtención de un producto o  la toma de decisiones de este.

 

Muy atento, porque te vamos a presentar los 5 sesgos más importantes que se producen en marketing:

          Efecto arrastre

Se trata de pensar que lo que dicen o hacen otras personas es lo que está bien, lo correcto, lo que se tiene que hacer.

El marketing de moda este efecto se produce de manera continuo, las modas marcan tendencia de vestimenta. Aunque solamente sea para guardarlas en el armario…

          Sesgo de confirmación

¿Nunca te ha pasado que cuando alguien te da la razón te reafirmas en que la tienes?

Los seres humanos escuchamos lo que queremos escuchar. Y a veces, buscamos que alguien nos confirme lo que nosotros pensamos.

En marketing se busca que esas convicciones que tenemos se resalten con los valores que transmite la marca. Consiguiendo crear lazos duraderos con nuestro target.

          Efecto halo

Si buscamos a definición de la palabra halo, encontraremos que se trata de un círculo luminoso que rodea a algunos astros, especialmente al Sol y a la Luna.

El efecto halo en su contexto vendría a ser todo lo que pensamos que rodea a una marca. Una generalización errónea en determinación por una cualidad del producto.

En marketing suele generarse cuando damos por supuesto que si una marca hace bien un producto el resto de la gama lo será igual… “Si el champú es bueno la mascarilla también lo será”

           Sesgo de la ilusión de la verdad

Se trata de la inclinación a pensar que la información que hemos escuchado o visto en varias ocasiones es la verdadera.

De manera sencilla el marketing suele valerse de este para repetir en diferentes ocasiones las cualidades de tiene un producto. Eslóganes, spots, diferentes estrategias para generar en nuestras mentes el recuerdo y con ello la confirmación.

           Sesgo de autoridad

Cuando una persona es experta en un ámbito, se valora más su opinión, los consumidores se fían y se reafirman en la justificación de la compra de un producto.

Te suenan los anuncios de cremas faciales avalados por dermatólogos, ¿verdad?. En marketing viene a ser este mismo ejemplo, si sale una dermatóloga hablando de que la formula esta testada dermatológicamente, confías en su palabra porque se dedica a ello.

 

Los sesgos como vemos se pueden encontrar en muchos aspectos de nuestra vida. Lo importante es tener objetividad en su interpretación. Pararse dos veces a pensar si quieres comprar el producto y que características reales tienen.

 

Si no quieres caer en un sesgo cognitivo, ¡pide una demo!, estaremos encantados de conocerte y hablar contigo.